Nico, así me llamo. Alguna vez fui ingeniero agrónomo, pero cambié las plantas por las finanzas y las inversiones. Hoy pertenezco a un laboratorio de finanzas e inversiones donde, juntos a otros especialistas, desarrollamos proyectos de investigación y entregamos todo lo aprendido en nuestras salas de clases…
Hace tiempo que cambié las plantas por las finanzas. Y aunque realmente amo la naturaleza, me apasiona todavía más la ciencia y cómo esta puede aplicarse a las finanzas e inversiones. Y eso escogí.
Durante mis años de universidad siempre me gustó enseñar y dedicarme a las materias relacionadas a la gestión de negocios. Con la experiencia que reuní en dos años como profesor del Departamento de Economía Agraria de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile, decidí dar un salto poco convencional: apuntarme en un doctorado en ciencias de la administración en la Universidad Adolfo Ibáñez mientras seguía trabajando y enseñando en la Universidad de Chile. Esa fue la experiencia en mi vida que me inspiró dedicarme a las finanzas y las inversiones, pero desde la perspectiva científica.
Hasta el momento he publicado varios artículos científicos y enseñado finanzas e inversiones en carreras de ingenieros comerciales y civiles industriales de la Universidad Adolfo Ibáñez y Universidad Finis Terrae. La ciencia me mueve, me apasiona, y que ha abarcado temas de economía y finanzas conductuales, inversiones y finanzas corporativas. Mi mayor logro, montar un laboratorio de finanzas e inversiones en la Universidad Finis Terrae, donde desarrollamos ciencia y dictamos clases con todo lo que aprendemos, pero lo más emocionante, es que es un espacio libre donde jóvenes pueden dedicar su tiempo a la ciencia mientras consiguen alguna beca para realizar sus estudios de doctorado. Al momento dos de ellos pasaron por este laboratorio y hoy están estudiando sus doctorados, mientras dos más se encuentran actualmente en camino.
Actualmente escribo artículos científicos y enseño a jóvenes a desarrollar ciencia en el área de las finanzas e inversiones en mis cursos como Proyecto 1, pero además aplico todo lo aprendido en cursos de fianzas corporativas y cursos de inversiones.
Me fascina la tecnología, en especial los software y la internet. Me encanta aplicar todo esto a mi vida diaria, a mis clases, pienso que gran parte de la realidad está en internet, negarse a jugar en ese espacio es regalar más de la mitad de la cancha durante un partido, el riesgo a perder por goleada, es demasiado (como ya vez también me gusta el futbol 🙂
Creo en la filosofía del fracaso, esa que explica que el fracaso es la diversión de la aventura. Si no existiera la posibilidad de fracasar no valdría la pena intentar tener éxito, no existiría la oportunidad de disfrutar el miedo a lo desconocido, no habría oportunidad de gastar las energías tratando de conquistar un objetivo, no se podría disfrutar el logro de una meta. El fracaso es aprendizaje, pero más significativo aun, es experiencia. Cuando uno ama la ciencia y enseñar debe abrazar el conocimiento, pero por sobre todo el fracaso. Para mío ser científico significa vivir más rápido, caer y fracasar más veces por día, acumular conocimiento y experiencia en cada fracaso, y regalar estos conocimientos y experiencias para potenciar la carrera de tus estudiantes.